En un primer momento me recordó muchas instancias, muchos objetos, muchas vivencias. Luego el proceso de llegar a la casa y comenzar a discriminar objetos, claramente por mi cabeza pasó la idea de que fueran fácilmente transportables y que de alguna manera se vieran reflejados mis gustos, mis creencias y algunos que lograran traer recuerdos del pasado. Posterior a esto, recordé el primer peluche que tuve, a pesar de no estar conciente cuando me lo regalaron (cuando nací) el ver en fotos y recordar aquellos momentos en que ya tenia conciencia de su existencia, me hacen volver a la infancia y revivir momentos que de alguna manera marcan con felicidad.
Luego de elegir el primer objeto y ver centenares de fotos me di cuenta que hay una etapa en mi vida en que es claramente extrañable y que recuerdo con cada objeto que guardé de aquellos momentos, es la etapa del colegio, la de la adolescencia, en la que se forman grupos en el colegio y pareciera que cada día en el nunca va a terminar ,en que uno se siente seguro y es completamente dependiente de los padres, lo cual pareciera que va de la mano con ese grado de inmadurez lo cual convierte todo en chacoteo y felicidad, pero como dice el dicho “ cuando lo pierdes te das cuanta de lo importante que era”, sin duda hubo muchas instancias en esta etapa que me marcaron y que deja recuerdos inolvidables.
Pero mas que el momento que me dejan los objetos ¿en que momento comencé a juntarlos? Claramente, cuando uno es pequeño tiene cierta obsesión con tener cosas que son llamativas y le agradan (autitos, peluches, soldaditos, etc.), creo que concientemente fue cuando me di cuenta del valor que tienen los objetos, no los “contemporáneos” a uno, si no los antiguos , los que pertenecieron en algún momento a otros, los que señalan que fueron hechos a mano y que la tecnología en ellos era precaria, me di cuanta que siempre estuve rodeado de ellos, que en mi casa abundaban por el gusto de mis padres, fue en ese momento en que los valoricé y quise comenzar a coleccionarlos sin tener la necesidad de tenerlos en el mueble de la pieza.
Luego de elegir el primer objeto y ver centenares de fotos me di cuenta que hay una etapa en mi vida en que es claramente extrañable y que recuerdo con cada objeto que guardé de aquellos momentos, es la etapa del colegio, la de la adolescencia, en la que se forman grupos en el colegio y pareciera que cada día en el nunca va a terminar ,en que uno se siente seguro y es completamente dependiente de los padres, lo cual pareciera que va de la mano con ese grado de inmadurez lo cual convierte todo en chacoteo y felicidad, pero como dice el dicho “ cuando lo pierdes te das cuanta de lo importante que era”, sin duda hubo muchas instancias en esta etapa que me marcaron y que deja recuerdos inolvidables.
Pero mas que el momento que me dejan los objetos ¿en que momento comencé a juntarlos? Claramente, cuando uno es pequeño tiene cierta obsesión con tener cosas que son llamativas y le agradan (autitos, peluches, soldaditos, etc.), creo que concientemente fue cuando me di cuenta del valor que tienen los objetos, no los “contemporáneos” a uno, si no los antiguos , los que pertenecieron en algún momento a otros, los que señalan que fueron hechos a mano y que la tecnología en ellos era precaria, me di cuanta que siempre estuve rodeado de ellos, que en mi casa abundaban por el gusto de mis padres, fue en ese momento en que los valoricé y quise comenzar a coleccionarlos sin tener la necesidad de tenerlos en el mueble de la pieza.
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